Mykonos, una isla paradisíaca junta a su hermanita Delos.
Mykonos, al igual que Santorini, es una isla cíclada situada en el mar Egeo. Se encuentra a media distancia entre Atenas y Esmirna, y al norte de Santorini. Cerca de esta pequeña isla que se recorre rápidamente está la bellísima isla de Delios. El paisaje de la isla es árido y seco, debido a su gran soleamiento y escasez de lluvia, y estas condiciones climatológicas hacen propicia la tierra al cultivo del vino y del algodón. Su economía se basó en la navegación y la agricultura (lana, vino y algodón), y en las últimas décadas en el turismo que fue su salvación.
Mykonos, al igual que Santorini, es una isla cíclada situada en el mar Egeo. Se encuentra a media distancia entre Atenas y Esmirna, y al norte de Santorini. Cerca de esta pequeña isla que se recorre rápidamente está la bellísima isla de Delios. El paisaje de la isla es árido y seco, debido a su gran soleamiento y escasez de lluvia, y estas condiciones climatológicas hacen propicia la tierra al cultivo del vino y del algodón. Su economía se basó en la navegación y la agricultura (lana, vino y algodón), y en las últimas décadas en el turismo que fue su salvación.
La Isla es minúscula y de color blanco (casas) y azul (cielo y mar),
repleta de diminutas Iglesias. Durante su historia estuvo bajo el control de
los venecianos, otomanos, piratas y hasta rusos. En la parte alta de Mykonos
ciudad, el barrio de Castro, encontraremos las ruinas del antiguo castillo veneciano
como recuerdo de esa presencia. Mykonos siempre fue conocida por la calidad de
su vino y sus navegantes y comerciantes, a tal punto que la economía se basó en
el próspero comercio con los piratas. Ahora la belleza y el ambiente nocturno
exagerado, muy apreciado por los gais y juerguistas, atrajo a los turistas que invaden
diariamente vía marítima o área la isla.
Mykonos se
divide en dos zonas, el barrio de Castro
en la parte alta y la Pequeña Venecia
a la orilla del mar. Hoy en día solo quedan ruinas del castillo veneciano, pero
podremos acercarnos a esta zona para ir junto a un símbolo de la isla, los
famosos molinos de viento. Hoy en día son únicamente una atracción turística,
pero además de ser un legado histórico, desde allí tenemos una plaza mirador
con una posición privilegiada donde gozar de unas vistas preciosas. Desde allí
podremos bajar las callejuelas estrechas hacía la Pequeña Venecia, parándonos
en las plazas e iglesias de la isla, sobre todo en la Catedral y la antiquísima
Iglesia, así como la iglesia de Panagia Paraportiani.
También tenemos algunos museos como el museo arqueológico, el museo folklórico
y el museo naval en dirección opuesta al mar. Si nos acercamos al puerto podremos
contemplar la arquitectura griega tradicional de las
casas por las calles laberínticas.
Puesta del sol, casa e Iglesia, puerto Mykonos al atardecer.
Un consejo: cuidado con el
reloj, porque uno se pierde fácil en las callejuelas de Mykonos para regresar.
Me pasó al querer volver de los Molinos hacia el puerto.
Al penetrar en la
zona baja llegaremos al barrio de la Pequeña Venecia. Es preciso visitar la
Iglesia de la Santísima Virgen Paraportiani, así como ver la pequeña iglesia
del puerto. El barrio es muy peculiar, con sus casas suspendidas al mar, sus
balcones floridos de madera y sus terrazas asomadas al mar. Esta zona es un lugar
maravilloso muy apreciado por los fotógrafos, pintores y artistas, y no faltan
fotos, pinturas, grabaciones que plasme este paraíso. Personalmente me llevé un
cuadro de ese paisaje único y tenemos muchas galerías de arte donde el turista
podrá llevarse un recuerdo de este pequeño edén. Esta zona tan adorada se llenó
de bares de copas y siempre hay actividad y ambiente diurno y nocturno.
No hay nada más
impresionante que tomarse su bebida favorita sentado en una terraza de un bar
al orilla del mar, con el sonido de las olas y la magnífica visión de la puesta
del sol. Otra atracción turística de la isla es el pelícano Petros, que pasea
libre por las calles y el puerto, pero no tuve tiempo de verlo. También desde
el puerto podemos tomar unas barquitas o contratar excursiones para descubrir
las playas de la isla o acercarnos a Delos.
Sobre la gastronomía,
Mykonos ofrece lo típico de la cocina mediterránea y tradicional griega, a base
de pescado, marisco y aceite de oliva. Podremos probar de todo desde el calamar
a la parrilla, el pulpo, el cordero preparado de varias formas, los kebabs con
pita, los quesos y los postres típicos, el licor tradicional Ouzo para
acompañar.
Iglesia del puerto, Molino, barrio Pequeña Venecia de noche.
Dónde comer: en la pequeña
Venecia encontraremos todo tipo de ofertas (bares, restaurantes, heladerías),
solo debemos fijarnos en los precios para evitar sorpresas.