Santorini, la más bella isla de Grecia y un
verdadero paraíso en blanco y azul.
Santorini
es una isla de las cicladas en el mar Egeo y situada a 200 km de Atenas. Podemos
llegar en avión en menos de una hora desde Atenas, pero el modo de transporte más
usado y predilecto es el barco. La Isla es invadida por cruceros a diario que
sueltan sus viajeros en barcos y lanchas al no poder atracar los buques en los puertos de la Isla. La Isla es única y completamente diferente a todas las islas griegas
aunque no pudo escapar a la ultra urbanización. La vivienda es muy cara, pero el paraíso
no tiene precio.
La capital
es el pueblo de Thira y su principal puerto es Acinios (Athinios)
bastante alejado de Thira. Hay muchas iglesias ortodoxas en este pequeño territorio, nos
contó el guía que las familias construían su propia iglesia, explicando así porque
hay tantos sitios de culto. Las carreteras son estrechas y sinuosas, un verdadero
peligro y toda una aventura que no recomiendo a cardiacos. La subida del puerto
hasta la isla es traumática aunque las vistas son inigualables, y se valora mucho la
labor del conductor.
Durante su
historia Santorini estuvo bajo el control de los bizantinos, venecianos y otomanos entre
otros antes de volver a Grecia en el siglo XX. Su configuración actual se debe
a una enorme explosión que acabó con la civilización Minoica, afectando hasta Egipto o
China. La caldera hundida del volcán separa la isla principal Fira con forma de
media luna con las otras 4 bellas islas (solo Thirassia está habitada como Fira).
En la actualidad es uno de los principales destinos turísticos de Europa y
tiene un ambiente nocturno (no tan exagerado como su vecina Mykonos).
El clima
de la Isla es perfecto para el turista con mucho calor y sol, pero es muy seco
y árido, generando el problema del abastecimiento de agua. Su suelo es
principalmente volcánico y su paisaje es salvaje, pero muy favorable para la
uva y el vino. Tiene muchas playas volcánicas de todo tipo para disfrutar, así
como termas. También encontraremos muchas casas excavadas originalmente por los
habitantes.
Vistas de la caldera desde Fira.
Un consejo: si solo estáis un
día dedicarlo todo a Oia, que de verdad es un paraíso y tiene regalos para
comprar muy bonitos. En Fira mejor bajar a pie las escaleras en lugar de
esperar la cola interminable del funicular, aunque al principio es agobiante.
Oia es para mí lo más bonito de Santorini, un
pueblo tranquilo asentado en un acantilado con vistas irrepetibles. El tiempo
parece haberse parado y en esta maravilla de poblado donde podremos disfrutar
de la puesta del sol y el atardecer más bello del mundo. Respondió por creces a
las expectativas que me había generado antes de mi visita, y la experiencia que
viví fue impresionante. Paseando por sus calles que forman un laberinto donde nos
perderemos para nuestra alegría, podremos admirar las casas señoriales o
palacios de color blanco con sus techos azules al borde del precipicio, o sus
iglesias. Encontrarnos en nuestro paseo muchas tiendas artesanales de bisutería,
regalos típicos como pulseras, muñecas, cuadros cuyos precios son más
interesantes que Fira. También tiene bares y restaurantes con sus terrazas donde
tomar un refresco, no sin previamente mirar los precios practicados (evitar
sorpresas). No debéis extrañaros de los perros que se pasean en libertad sin
dueño, algo habitual en toda Grecia. Uno les envidia esta vida de perezosos
tirados al sol todo el día, y mimados por los habitantes de la isla.
Vistas de Oia.
Fira está
en el extremo de un precipicio, y para mí es menos bonita que Oia pero merece no
ser despreciada. Tiene más ambiente y también es bonita con sus terrazas, sus
casas y sus calles estrechas. Podremos visitar sus dos catedrales, la Catedral
Ortodoxa Metropolitana y la Catedral Católica. Su acceso desde su puerto se
puede hacer por funicular, burro o a pie. La bajada aconsejo ir a pie y evitar así
el trauma de los pobres animales (olor y subidón de adrenalina cuando se lanzan
hacia uno) o la cola interminable del funicular, se hace en 30 minutos. La
subida es mejor en funicular y aprovecharemos así más el tiempo.
En la isla
además de sus dos principales pueblos, podemos visitar las rutas arqueológicas con
sus yacimientos. Hay muchos restos arqueológicos encontrados bajo las cenizas volcánicas, o desde el puerto de Fira acceder a las otras islas por barcas o lanchas, a Nea
Kameni con sus aguas calientes, a Palea Kameni y su playa de piedra volcánica, a
la bellísima vecina Thirassia copia de Santorini más auténtica y al sorprendente
islote de Aspro.
Sobre la gastronomía
local comentar lo poco que sé. Evidentemente podremos disfrutar de pescado y
marisco por supuesto. También del vino autóctono dividido en dos categorías, el
blanco y el Vinsanto (vino dulce). Como platos recalcaré el Pulpo, la Ensalada Griega,
el Tzatziki, el Taramosalata pero me quedo corto. Y para acompañar el café
frappé tomaremos un Ouzo, el licor tradicional griego.
Vistas de Fira.
Conclusión: Podría escribir
sin parar de mi experiencia en Santorini y lo bonito que es, pero me quedaría
sin palabras para describir algo indescriptible. Es necesario vivir la experiencia
y os aseguro que solo pensareis en volver y compartir esta sensación de
bienestar. Por lo tanto no os queda más remedio que visitar Santorini, sin
olvidar durante su visita de mirar el reloj porque el tiempo vuela demasiado rápido.
Dónde comer: Se puede comer en
las terrazas de los restaurantes de Oia y Fira y disfrutar de las vistas. Pero Oia
es más tranquila y mejor opción económica que Fira. También en Armeni hay
tabernas de pescadores típicas.
Videos:
Palacio de Knossos Heraklion
Corfu-Kerkira Grecia
http://es.wikipedia.org/wiki/Santorini
http://www.grecotour.com/santorini/
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