lunes, 26 de diciembre de 2011

Monasterio de San Pedro de Arlanza, Hortigüela, Burgos, Castilla y León, España

Monasterio de San Pedro de Arlanza, Hortigüela, Burgos, Castilla y León, España

Monasterio de San Pedro de Arlanza






















Unas ruinas gloriosas de Castilla y León. 

En la provincia de Burgos, al noreste de la península, podremos encontrar en Hortigüela las ruinas del Monasterio de San Pedro de Arlanza, primer gran Monasterio de la Castilla libre tras la reconquista. Desde la carretera provincial CL110 accederemos a esta cueva a unos 8 KM. de Covarrubias y 32 KM. de Lerma. La ciudad de Burgos se encuentra a 45 Km. de las ruinas si tomamos la nacional N234, y si preferimos podemos tomar la autovía A1 hasta Lerma y después acercarnos por la provincial CL110.

El Monasterio de San Pedro de Arlanza se encuentra en una sierra preciosa y a la orilla del río Arlanza. Esta ubicación privilegiada le permitió aprovechar esta tierra fértil con su abundante vegetación. La carretera aunque incomoda por sus curvas estrechas, nos permitirá disfrutar de los paisajes únicos de las riberas del Arlanza. Algo muy diferente de las típicas tierras secas y amarillas que uno puede ver en Castilla y León y concretamente en Burgos. Es encantador acercarse al rio y escuchar el ruido del agua mientras disfrutamos del aire puro, y olvidarnos de la civilización.

El Monasterio fue empezado en el siglo X por el primer Conde libre de Castilla, Fernán González fundador del Reino de Castilla. Sus restos y los de su mujer fueron enterrados allí hasta su traslado en 1841 a la Colegiata de Covarrubias. Desde su fundación el Monasterio fue una referencia hasta la desamortización eclesiástica de Mendizábal que acabó con su grandeza y uso. Hoy en día solo quedan las ruinas de este importante Monasterio que nos dejan imaginar su belleza pasada. 

Un consejo: intente ir durante la apertura de la visita para disfrutar del interior y las orillas del río. Los horarios son de 10h hasta 17h en periodo invernal y de 10h a 14h y 16h a 20h de Mayo a Septiembre.

Hoy en día el Monasterio está protegido por un recinto y se puede visitar en horarios establecidos. Nos queda por ver de estas gloriosas ruinas los dos Claustros y la Iglesia-Fortaleza con sus arcos y un Palacio Barroco adosado a la Iglesia. También destaca su Torreón cuadrado e imponente de carácter defensivo. El Monasterio por sus distintas reformas a lo largo de su historia mezcla la arquitectura románica y gótica. Hay también unos pocos restos de la muralla que delimitaba el recinto, un portón y un pozo. Los restos más importantes y de mayor valor como frescos o pinturas se encuentran dispersados en diferentes museos. 

La verdad es que da pena ver el actual estado, y aunque las obras de restauración son tímidas y limitadas, parece claro que nunca se podrá restaurar completamente porque el gasto generado no es rentable, nunca se amortizaría y recuperaría la inversión necesaria. También parece obligatorio cerrar el recinto para evitar más expolios y estropicios mayores. 

Cerca del Monasterio podremos ir a la Ermita de San Pelayo al otro lado del río o a la capilla de San Olav. Sin duda su cercanía a Covarrubias permite aprovechar para ver ambos lugares, y para los más deportistas es una ocasión para hacer un poco de senderismo por la ruta.



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