Un restaurante en el centro de Baiona.
Baiona es una magnifica ciudad de la provincia de Pontevedra donde destaca su Parador Nacional que se ubica en la antigua fortaleza de la península de Baiona. Además de su Fortaleza, Baiona tiene un agradable paseo del Puerto, así como calles y sus monumentos históricos. Su cercanía con Vigo pero también con Portugal hace que sea un destino de turistas nacionales (Madrileños en su mayoria) y extranjeros (Portugueses e Ingleses). Al sur, Tui es accesible por la autopista AG57 a unos pocos 50 km (PO340 a 32 km) y si seguimos hacía Portugal a unos pocos kilómetros tenemos La Fortaleza de Valença. Al Norte, por la autopista AP9 podremos llegar desde las ciudades de Pontevedra (60 km), Santiago (125 km), La Coruña (191 km), Ferrol (210 km). Al Este tenemos Ourense a 116 km por la autovía A52, Puebla de Sanabria queda más lejos a 261 km, Lugo a 206 km pero además de la autovía A52 deberemos tomar la N540. Castilla y León es accesible por la misma autovía A52 si seguimos un poco más, Ponferrada está a 270 km, y otras ciudades castellanas quedan ya más alejadas como Astorga (400 km), Zamora (370 km) o León a (409 km). A éste último destino nos compensa ir por la autovía aunque sean más kilómetros comparados a si tomamos la nacional).
Además de ser una ciudad balnearia muy agradable, Baiona tiene una magnifica Fortaleza, donde ahora se ubica un parador nacional digno de ver. A ésto, hay que añadirle un agradable paseo por el Puerto, así como calles y algunos monumentos históricos. Como uno puede imaginar, esto atrae muchos turistas, y como no, la ciudad tiene mucha oferta gastronómica. Una cosa que extraña es que te abordan paseando por la calle los representantes de los locales, ofreciéndote una hoja con las ofertas del día, e intentando convencerte de entrar en su local. Eso es algo bastante habitual en Portugal, y la cercanía puede explicar éste hecho que pasa en la provincia de Pontevedra. Siempre quedo extrañado cuando voy por Vigo o Baiona con ésta costumbre que no suele pasar en otras provincias gallegas (espero que no se extienda mucho esta moda), porque se agradece mucho poder uno decidir tranquilamente sin ser agobiado :-).
El restaurante no tiene terraza, por lo que su comercial intenta atraer la clientela comentado el comedor agradable dentro en verano. Es cierto que está climatizado, y durante las olas de calor al medio día (por supuesto que las hay en Galicia) estaremos mejor. Por lo demás, el comedor es bastante grande, y tiene una cocina abierta. Podremos ver lo que se cocina y lo que nos llega al plato, eso puede ser un punto positivo. El restaurante tiene paredes de piedra, vigas de madera y con color amarillo suave que va a tono con las mesas de madera y las servilletas y manteles. Los muros tienen algunos platos tradicionales como decoración. Es un comedor normalito donde uno puede comer a gusto, pero sin más.
un consejo: fijaros en todo los precios y ofertas de los restaurantes, suelen olvidarse al entrar en el local y intentar cobrar a mayor cualquier extra. Otra cosa, si no le gusta ser agobiado en la calle, esta zona no es la adecuada, todos los locales compiten para intentar atraer a los clientes :-)
Comedor y fachada exterior del restaurante
La carta lleva un poco de todo, mariscada, bogavante con arroz, paella, lubina al horno o ternera gallega. Cuando entramos nos dejamos convencer por el comercial por el menú a 14 euros que lleva un entrante, paella para dos, vino, postres y cafés. Pedimos como entrantes pimientos de padrón y chipirones fritos, las raciones estaban bien y de sabor normal. Después llegó la paella para los dos, que llevaba sus mejillones, calamares, pescado y algunas cosas más, y aquí se acabó. Evidentemente por ese precio no se puede exigir mucho, pero la ración estaba bien y nos quedamos bien, el arroz estaba en su punto. Lo hemos acompañado por una botella de albariño de la casa para dos. Para acabar tomamos unos habituales postres (tarta helada), nada del otro mundo.
El servicio fue bastante rápido, y la camarera fue muy maja. La carta de vino tiene bastante oferta, aunque un poco caro. El vino de la casa es regular, y si lo pagamos fuera del menú es algo exagerado de precio para lo que es. Los servicios están bastante alejados del comedor, y dejan un poco que desear. Para añadir algún comentario, diré que aunque la experiencia fue positiva, vi algunos detalles que me gustaría compartir. Primero al sentarnos en la mesa nos trajeron la carta, y sorpresa... no estaban los famosos menús y ofertas del exterior. Lo comentamos a la camarera que, enseguida nos trajo las ofertas, y nos comentó lo del menú paella, donde se incluye un vaso de vino, pero ponen la botella de albariño si es el de la casa. Esta práctica no me parece muy formal, porque si no está uno atento, el precio a la carta sube mucho. Y la elección que parecía económica se vuelve cara. El otro tema, que detecté es que cualquier cosa fuera del menú tiene precios demasiados caros. Esta práctica parece bastante extendida en Baiona, por lo que uno debe saberlo para evitar sorpresas y sentirse engañado. Pude comprobar que le pasó a algunos clientes de este restaurante pero también de otros de la zona, y relatan su mala experiencia.
Por lo tanto, si el cliente va al menú sin salir de la oferta, es una opción valida como otra en Baiona.
Platos del menú del restaurante.
Pros: unos menús económicos al igual que en otros restaurantes. Sitio correcto.
Contras: Cualquier extra fuera del menú o tomando algo a la carta encarece demasiado el precio.
Links de interés:
Pazo de Castrelos, Vigo, Galicia
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