Una taberna típica francesa.
La Isla Saint Louis es un oasis de
tranquilidad y lo más parecido a un pueblo. El coche no es el protagonista, y
sus contadas calles muy agradables permiten al paseante disfrutar de la
multitud de edificios y hoteles particulares. La Isla fue el origen de la
ciudad de Paris (Lutece) y hoy en día es la residencia de los más pudientes
(por el precio exorbitante de la vivienda). El principal encanto de la Isla
reside en poder huir del ruido y del agobio de la capital, y pasear por sus
bordes de Sena (quais) disfrutando de unas vistas insuperables.
Pero también la Isla tiene muy buenos
restaurantes y con unos precios abordables, nada que ver con el precio de la
vivienda. En la calle principal Saint Louis en l´Ile encontraremos
tabernas rústicas donde disfrutar de los platos típicos de la comida
tradicional francesa. Nos ancêtres les Gaulois o La taverne du
Sergent Recruteur son los restaurantes más famosos y emblemáticos de la
Isla, y son muy típicos. La Taverne du Sergent Recruteur lleva muchas
años proponiendo una comida tradicional francesa con el concepto de la cantidad
ilimitada para los entrantes y quesos, algo que sin duda fomento su éxito. Es
ideal para llevar a extranjeros y que así prueben una gran parte de la
gastronomía francesa, además de descubrir un sitio muy peculiar. Como la isla, la
taberna sufre la invasión de los turistas atraídos por su originalidad, y esto puede
a veces repercutir en el servicio y dañar el encanto original.
Un consejo: si no quieres sufrir el acoso de grupos y la
multitud, y quieres disfrutar de un servicio atento, opta por ir entre semana y
evitar las sorpresas de los fines de semana.
El restaurante tiene un comedor alargado
al final del local. La decoración es tradicional y rústica, con mesas y sillas
de madera y con adornos del siglo anterior. El sitio es agradable y su
ubicación estupenda. El servicio fue atento y correcto pero reconozco que no fui
en unas posibles fechas conflictivas. Algunos clientes como los ingleses a
veces se quejan en la web del contenido de los platos, pero en mi opinión creo
que los ingleses no son los mas apropiados para criticar sobre la gastronomía.
El concepto del menú degustación de la taberna se basa en un bufet de entrantes
y quesos sin ninguna limitación de cantidad. Nos sirven una bandeja de crudezas
y embutidos franceses, donde cada uno se sirve hasta cansarse. Y con el queso
pasa lo mismo, donde todos los quesos típicos franceses están representados. A
todo esto se añade un plato principal a elegir, un postre, un café y una
bebida.
Los entrantes se componen de una sopa,
unos embutidos franceses, unas crudezas y una terrine de champagne (paté de campaña). Entre los embutidos
destacar el salami, la mortadela, el chorizo y el salchichón. Los fanáticos de
quesos podrán probar todas las facetas gustativas de los productos franceses y
meterse un empache. El plato principal se puede escoger entre la variedad de
platos típicos franceses como la carne a la parrilla, el pollo, el pato, el emincé
de porc (cerdo con curry). Aconsejo probar el cassoulet, un plato
gastronómico del Sur de Francia que se podría parecer a un guiso de alubias
acompañada de carnes que me encantó. El menú degustación vale 40,50 euros por persona.
Sin duda, si tenemos la suerte de pasar por Paris, es
un sitio ideal donde comer tranquilo y que disfruten nuestras papilas gustativas.
Comedor,
cruzadas, cassoulet y quesos.
Pros: excelente ubicación y menú degustación con mucha cantidad y variedad.
Contras: muy
turístico y perdida de su lado rustico.
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