Mdina, la ciudad amurrallada y la bella silenciosa.
Mdina es una ciudad amurallada de poco menos de 390 habitantes en el centro de la isla de Malta. Si queremos venir desde España, deberemos tomar en Madrid un avión que nos dejara en menos de 3 horas. Mdina queda a 10 kilómetros del aeropuerto de Malta, por lo que en taxi estariamos en unos 20 minutos. Si vamos en bus deberemos ir hasta La Valette y despues tomar el bus 51 o 52, y desde La Valette la distancia es de 13 km y tardariamos más de media hora.
La ciudad de Mosta queda al Norte a 6 km a media hora dependiendo del bus que tomamos (202 o 203 por ejemplo). Durante el recorrido podremos descubrir la zona más rural de la isla (si la hay) y zonas de cultivo huyendo de la megapolis que es La Valette. Mdina está pegada a Rabat que siempre fue su suburbio aunque hoy en día tenie 11000 habitantes. Ambas ciudades solo están separadas por un parque, y por supuesto la fosa dividora de Mdina.
Mdina es conocida como la vieja ciudad, y fue la capital de Malta hasta que los Caballeros de San Juan decidieran construir La Valetta. Su posición estratégica explica porque fue durante mucho tiempo la capital, al estar céntrica y construida en lo alto de una colina. Esta posición privilegiada permite desde su mirador una vista completa de casi la totalidad de la isla. La ciudad tiene muchos palacios que están ocupados o propiedades de familias aristócratas. Se consolidó con los Normandos en el siglo X hasta el siglo XVI con los caballeros de San Juan. Cada uno amplió las fortificaciones y murallas, así como los edificios principales como la reconstrucción de la Catedral. Pero su posición céntrica fue relegada por una posición más estratégica frente al mar y La Valette decidió construir la nueva capital frente a las 3 ciudades gloriosas para asegurar la defensa de la isla.
Murallas y fosa de Mdina
Un consejo: creerme cuando os digo que uno no puede irse de Malta sin ver Mdina. Esta ciudad es impresionante y merece la pena dedicarle un día de visita. Es pequeña por lo que podremos recorrerla y aprovechar lo que queda del día para ver Rabat, y pasar por Mosta si nos queda algo de tiempo. También aprovechar para comer y hacer compras allí, la gente es amable y las tiendas más baratas para regalos de plata o cristales.
Lo primero que veremos de Mdina serán sus impresionantes murallas en perfecto estado. Aquí uno entenderá porque se recomienda tanto su visita. Otra cosa que el turista descubrirá es su impresionante fosa que hoy en día está habilitada como jardín y paseo. Y la verdad es una gozada pasearse en verano disfrutando la ligera brisa, que suele ser bastante escasa en la isla. Estos paseos recuerdan bastante a los espolones castellanos con tanta gente y animación. Una vez que vimos el exterior nos queda penetrar en la ciudad, y para esto pasaremos por la puerta de la ciudad que nos dejará cautivado. Y nos dejará imaginar la belleza escondida con la que nos encontraremos, y enseguida entenderemos su apodo de silenciosa. Sentiremos el respeto que transmite Mdina y nos dejará mudos, así como la tranquilidad debido a su alejamiento de las zonas más turísticas. En seguida disfrutaremos de sus calles empedradas y sus edificios, de los cuales muchos son palacios. La ciudad tiene museos como el de mazmorras o el Museo de Historia Natural gestionado por Heritage Malta.
Entradas de Mdina y edificios de Mdina
Como cualquier ciudad maltesa que se respete, no pueden faltar los edificios religiosos. Como no podía ser de otra forma, Mdina tiene su Catedral. La Catedral de San Pablo se encuentra en una gran plaza nada más pasar el punto de información. La Catedral es de estilo barroco, y fue reconstruida a final del siglo XVII después de un terremoto que destruyó la antigua catedral normanda de estilo románico. En las dos torres paralelas podremos ver sus relojes, y acercarnos a su entrada. La Catedral tiene un museo que se puede visitar y descubriremos sus tesoros (pinturas, retablos y cruces). También paseándonos por Mdina podremos descubrir las capillas de Santa Ágata y de San Nicolás, así como la iglesia y convento Carmelita y el monasterio Benedictino. También podemos visitar las catacumbas de San Pablo en Rabat, son más grandes que las catacumbas de Santa Ágata. Allí podremos ver la gruta de San Pablo. Las catacumbas de Santa Ágata están mejor acondicionadas que las de San Pablo, además de ser más baratas y tener guía.
Catedral de San Pablo en Mdina
Además de sus edificios religiosos, Mdina tiene muchos palacios que ver, la mayoría siguen siendo residencias de viejas familias aristócratas. Como palacios que destacar tenemos el Palazzo Falson del siglo XV que se puede visitar y así descubrir la vida de los nobles malteses. También como otros palacios podemos ver el Palacio de Vilhena o el Mdina Experience. Encontraremos bonitos restaurantes, alguno con la terraza en la misma muralla como es el caso del Fontanella Garden. Otra cosa a su favor para la ciudad es que tiene muchas tiendas artesanales donde encontraremos regalos de todo tipo. Cuando fui me lleve un recuerdo de cristal de colores comprado en la tienda Mdina Glass, donde encontraremos todo tipo de figuritas. Podremos usar el transporte típico de la ciudad, el carrito de caballo, para disfrutar de un paseo de turista total. Después debemos acercarnos al mirador de la ciudad que se encuentra en una pequeña plaza. En verano aprovecharemos para descansar un rato y tomar el aire fresco o sentarse a la sombra de los árboles. Lo que nos impresionará son las vistas panorámicas porque veremos hasta el mar y una gran parte de la isla de Malta.
Además de sus edificios religiosos, Mdina tiene muchos palacios que ver, la mayoría siguen siendo residencias de viejas familias aristócratas. Como palacios que destacar tenemos el Palazzo Falson del siglo XV que se puede visitar y así descubrir la vida de los nobles malteses. También como otros palacios podemos ver el Palacio de Vilhena o el Mdina Experience. Encontraremos bonitos restaurantes, alguno con la terraza en la misma muralla como es el caso del Fontanella Garden. Otra cosa a su favor para la ciudad es que tiene muchas tiendas artesanales donde encontraremos regalos de todo tipo. Cuando fui me lleve un recuerdo de cristal de colores comprado en la tienda Mdina Glass, donde encontraremos todo tipo de figuritas. Podremos usar el transporte típico de la ciudad, el carrito de caballo, para disfrutar de un paseo de turista total. Después debemos acercarnos al mirador de la ciudad que se encuentra en una pequeña plaza. En verano aprovecharemos para descansar un rato y tomar el aire fresco o sentarse a la sombra de los árboles. Lo que nos impresionará son las vistas panorámicas porque veremos hasta el mar y una gran parte de la isla de Malta.
Palacios y calles de Mdina
Después de la visita podemos aprovechar para ver las catacumbas de Santa Agatha en Rabat si nos queda tiempo (más baratas que las de San Pablo). Y si aún no la vimos podemos acercarnos a Mosta y ver su Catedral.
Después de la visita podemos aprovechar para ver las catacumbas de Santa Agatha en Rabat si nos queda tiempo (más baratas que las de San Pablo). Y si aún no la vimos podemos acercarnos a Mosta y ver su Catedral.
Dónde comer: la mejor elección seria comer en cualquier restaurante de la ciudad que son más económicos que La Valette. Pero sin duda el Fontanella con su terraza en las mismas murallas es la mejor opción dónde comer una pizza, unos pastizzis o sus famosos pasteles. También el Ciappetti y su terraza en la esplanada Santa Agatha es otra muy buena opción.
Vídeos:
Links de interés:
Kalkara, Malta, Europa
Restaurante Le Malte, Malta, Europa
Birgu Vittoriosa, Malta, Europa
